GmorningLau.

Quizá un corazón resacado no sea el más indicado para escribir ahora, pero al pobre todo le da vueltas. Vale, reconozco que no ha pasado quizá un golpe tan fuerte como el tuyo, pero quiero sentirme capaz de hacer algo para que ese mal desaparezca. ¿Yo y mi necesidad de ser útil, eh? Supongo que ya son demasiados años encargándome en la vida de que todo vaya bien, y ahora mismo eres lo que más me importa y no puedo hacer nada por darte un abrazo, decirte que pronto verás de nuevo el sol, verte dormir y llevarte cola-cao por la mañana. Qué niña soy verdad?

Será quizá indignación espiritual, porque me pareces algo tan bonito que mi alma no acaba de creerse que algo así haya tenido la oportunidad de dañarte sin merecerlo. Ojalá te cuides, porque me apetece que seas feliz. No espero nada más que volver a verte sonreír una vez más de nuevo. Todo lo demás que venga será

una sorpresa como tú y me encantan las cosas por descubrir. Cuando necesites paracetamol para el alma, o quizá una tila, ven a buscarla en mis ojos, que no dejan de estar aquí nunca.